domingo, 4 de marzo de 2018

¿Por que los sobrevivientes del abuso no pueden simplemente "dejarlo pasar"?



Parece que cuanto más avanzo y más profundo llego en este camino de la sanación, me doy cuenta que muchos de los "consejos" que cultural y socialmente se dan, no ayudan en nada a los sobrevivientes del abuso (de cualquier tipo).
Muchos de esos consejos pueden ayudar a las personas que han tenido un mal día o una mala racha, pero pueden convertirse en disparadores de frustración y ansiedad para alguien que ha vivido el abuso.

Vamos a asumir que todos queremos vivir una vida, saludable, sin dolor, abundante y productiva. Hay muchos libros de autoayuda e inspiracionales que dicen "falla hasta que lo logres" o se basan en ese principio para motivar a las personas a pensar en positivo, en dejar pasar las cosas y no fijarse en nimiedades. Seguro estos libros han ayudado a muchas personas y esto está bien.
Pero, los sobrevivientes del trauma que están buscando alivio y esperanza no la encuentran en estos libros o coachs de vida. De hecho, a veces tiene el efecto contrario, como en mí, por ejemplo que me siento más deprimida, rota y desconectada de la realidad después de leerlos. Te voy a contar por qué.

Las personas sobrevivientes del abuso, son personas hipermotivadas. Muchas han sido condicionadas a lo largo de su vida a estar hipervigilantes e hipereactivas para sobrevivir. Son hipercríticas consigo mismas porque han vivido bajo los estánderes imposibles de sus abusadores y constantemente están buscando la manera de complacerlos. Muchos de ellos han alcanzado muchísimas metas en su vida, pero siempre sienten que la meta no es suficientemente buena como para sentirse orgullosos de ella. Porque nunca es suficiente para complacer a su abusador, algunos dejan de intentar, convirtiéndose así en la profecía cumplida de cualquier cosa que el abusador les dijo que eran (y que no era cierto)

Muchos sobrevivientes internalizan que son personas flojas, cuando no es la falta de motivación la que le impide alcanzar sus metas, es el abuso, el trauma con el que viven. El trauma hace que el sistema nervioso pelee, huya o se paralice, el cuerpo parece estancarse en una de estos tres estadios o saltar de uno a otro sin darse cuenta.
Juntando todos estos efectos del trauma en la mente y en el cuerpo se convierte en un patrón de vida tóxico y maligno que parece una telaraña difícil de romper. Es como correr una carrera con un pie pisando el acelerador y otro puesto en el freno. Así van por la vida las víctimas del abuso.


Decirle a un sobreviviente que "piense positivo" es cruel. Digo, esto es el principal problema del proceso de sanación, sus pensamientos han sido hackeados por otra persona, le han hecho creer que son muchas cosas que no son y parte del proceso es recuperar los propios pensamientos y separarlos de la basura que le fue injertada en la mente por tantos años. Y no sólo fue la mente, el abuso se apoderó de las reacciones de su cuerpo, los doctores siguen investigando la relación entre el trauma y algunas enfermedades. No sabemos cómo, pero está relacionado.

"Pensar positivo" no deja que los sobrevivientes en camino de sanación se den la oportunidad de tocar fondo y sentir realmente las emociones que vienen del abuso.




Otro problema de "pensar positivo" es que comunica el mensaje de que no está bien sentirse de la manera en que se siente y obliga a las personas a dejar de lado sus emociones. Al negar sus sentimientos, se evade la realidad y no se llega a la sanación. Los sobrevivientes del abuso son expertos en negar las emociones y ponerlas en otro lado, pero eso no quiere decir que el dolor se va a ir, sólo se esconde.
De ahí viene la disociación cognitiva, sonde el sobreviviente tiende a recordar sólo los buenos momentos, porque los malos, los ha llevado al subconsciente.

Otra consejo que no ayuda es cuando se minimiza el abuso que se ha recibido. Palabras como "No es tan malo" "No es tan malo como le ha ido a X" "Por lo menos no te ha golpeado" es algo que bloquea el camino a la sanación y en primera instancia a reconocer el abuso.
El abuso es abuso. Punto. No hay abuso pequeño o grande, es abuso.
Este tipo de consejos también contribuye a que las personas no quieran hablar de lo que les ha pasado porque "no ha sido tan malo" e impide que se reciba ayuda. Todo eso va acumulando una serie de emociones, impotencia y ansiedad que puede parecerse mucho a la locura.

Y otro consejito más: "Sólo déjalo pasar". Si tan sólo fuera así de fácil. Si los sobrevivientes pudieran hacer eso, ya lo hubieran hecho. Es la meta final, no algo que se logre de un día para otro o que al momento de decírtelo actúe como un talisman que borre todo.
Para lograr "dejar pasar" las cosas, se tiene que tener un análisis profundo del abuso, darse cuenta por todo lo que ha pasado, vivir las emociones e ir paso a paso. A veces, es vivir retrocesos y volver a empezar. No es algo mágico.

Así que la siguiente vez que quieras decirle a alguien "déjalo pasar", piénsalo dos veces. Mejor apóyalo en su proceso, escúchalo sin juzgar, acompaña sus emociones, sus momentos de quiebre.
Dejarlo pasar es algo que llegará con el paso del tiempo. 

Los sobrevivientes a veces no necesitamos consejo, necesitamos apoyo.




Éste es un artículo traducido directamente de: Something to Say After Abuse - Why trauma survivors cant just let it go?


Itálicas añadidas.

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